Quién no ha regalado flores en el día de
las madres, así sea del patio de la vecina o compradas a última hora en el
supermercado, todos lo hemos hecho. Aquí está mi versión de unas dulces flores que no duraran mucho, pero al menos
no morirán marchitas. Para todas esas
madres, titis y abuelitas aquí les dejo
mi ramito de flores.
Igual que siempre tengo un embeleco en la
mente. Llevo varias semanas tratando de hacer unas galletas 3D, como si las galletas sencillas no fueran
suficiente reto para mí que soy una simple principiante en esto. Bueno, estoy decidida y vamos hacerlo. Haciendo un poco investigación y varios
errores en mi cocina lo logré. ¿Cómo? cortando el centro de cada galleta para
dejar espacio a mis flores cuando las saco del horno. De esta manera todas se hornean del mismo
tamaño y mientras están calientes son suaves.
Ahora lo divertido, decorar.
Espero que les haya gustado, pero aún no
hemos terminado. Tengo que hacerlas 3D,
esa es la idea original que me tiene sin dormir varias noches.
Y aquí está. No huelen azucenas ni rosas, pero el rico
olor a vainilla y almendra en mi cocina no tiene precio. ¡Feliz Día de las Madres!
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